El origen social, clave en la desigualdad laboral

10/11/2017 | Revista Norte
Con la crisis económica, las probabilidades de encontrar un empleo de calidad en España se redujeron de forma mucho más abrupta para los grupos más desfavorecidos, más propensos a los bajos salarios y los contratos temporales

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El origen social es un factor fundamental para entender el acceso y la participación de la población en en el mercado laboral en España: cuanto más bajo es el nivel socioeconómico, más dificultades existen para encontrar un trabajo de calidad. Esta situación se da independientemente del nivel de estudios, con una gran brecha entre los grupos más desfavorecidos y el resto de la población.

Estas son las conclusiones del estudio Situación laboral y origen familiar en Europa durante la crisis: No somos todo iguales, realizado por Silvia Avram de la Universidad de Essex y Olga Cantó de la Universidad de Alcalá y Red Equalitas. La investigación se centra en cinco países del los distintos modelos del Estado de Bienestar en Europa. Dos estados del sur (Italia y España); un país del este (Polonia); un país centro europeo (Países Bajos); y uno anglosajón (Reino Unido).

La investigación de Avram y Cantó parte del análisis de los quintiles poblacionales de clase: el primero está atribuido a los individuos con un origen socio-económico más bajo, mientras que el último representa a los individuos con un origen socio-económico más alto. Para completar su análisis sobre la transmisión intergeneracional de oportunidades, el estudio incorpora dos variables más, los ciclos económicos (crecimiento y recesión) y el género.

En el caso de los ciclos económicos, el estudio toma como referencia el periodo comprendido entre los años 2005 y 2011. Con la crisis económica, todos los los grupos sociales vieron reducidas sus posibilidades de conseguir un empleo. Sin embargo, el impacto desigual de la crisis en el mercado laboral se dio de manera mucho más drástica algunos países: en España, la probabilidad de que un hombre de origen social humilde encontrase un trabajo menguó del 90% al 78%; en Italia pasó del 93% al 89%. Polonia, por su parte, que durante el mismo periodo estaba en una situación de bonanza económica, la posibilidad de encontrar un empleo para cualquier individuo de cualquier grupo creció cerca del 5%.

Pese a que todos los grupos sociales se vieron afectados por la recesión a la hora de acceder al mercado laboral, las diferencias sobre la calidad del mismo sí demuestran una brecha significativa entre las distintas clases socioeconómicas. Para estudiar esta situación, las autoras tienen en cuenta varios factores: la diferencia de salario medio entre los diferentes grupos y la estabilidad de los contratos a los que acceden cada uno de ellos, teniendo en cuenta también el nivel educativo.

En este sentido, los grupos con un origen social más alto obtienen empleos con un mayor salario medio que los grupos con un origen familiar más humilde. Esta diferencia de salarios entre grupos es más importante en España, Italia y el Reino Unido que en Polonia o los Países Bajos. Sin embargo, el nivel educativo no altera en exceso esa diferencia salarial, lo que refuerza la hipótesis de las diferencias de origen en el mercado laboral. Es decir, cuando la formación académica de los distintos grupos es idéntica, la diferencia de salarios entre ellos sigue siendo llamativa. En Polonia, España o Italia oscila entre el 15% y el 30%.

Las probabilidades de obtener un contrato temporal son también un factor determinante para valorar la calidad del empleo. Una vez más, existen grandes disparidades a la hora de obtener un contrato de tipo precario entre los distintos quintiles socioeconómicos. En países como Italia o Polonia, los grupos con un origen social más bajo son mucho más propensos a ser contratados de manera temporal que los grupos con un origen social más alto. En el caso particular de España, los trabajadores y trabajadoras con un origen social más bajo tienen muchas más probabilidades de tener un contrato temporal, con una diferencia de casi diez puntos entre el primer quintil y el cuarto y quinto.-

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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto Incendios forestales en España. Situación laboral y origen familiar en Europa durante la crisis: No somos todo iguales, de Silvia Avram y Olga Cantó, Universidad de Alcalá, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.

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